La presoterapia es una técnica que se basa en la aplicación de un masaje mediante presión controlada, continua o alterna. Estos masajes, se aplican en diferentes partes del cuerpo de forma natural y relajante para mejorar la circulación en las extremidades.
El mal funcionamiento del sistema linfático puede provocar un estancamiento de las toxinas y sustancias de desecho. Y con ello, la formación de celulitis y la degeneración de tejidos. Estimulamos el sistema linfático y el retorno venoso a través de presiones mejorando tanto el edema como las venas varicosas. Este edema se produce por la retención de líquidos y si no se trata puede provocar problemas de salud.
Nuestra línea estética persigue una filosofía relacionada con la seguridad y calidad en nuestros equipos. Estos valores son los que nos han ayudado a lo largo de nuestra larga trayectoria y nos convierte en un centro de referencia en Vitoria-Gasteiz.
¿Para qué está indicada la presoterapia?
Funciona para la retención de líquidos, linfedemas, celulitis y problemas de varices mediante la aplicación del masaje linfático automatizado. Mejora la sensación de pesadez de las piernas y puede aportar beneficios a los trastornos venosos que muchas personas padecen. Además, la presoterapia mejora el postoperatorio de la cirugía estética. Es capaz de ofrecer una mejor recuperación y rebajar algunos síntomas.
Los beneficios de la presoterapia en el sector de la estética son múltiples, pero el más destacado es activar el sistema linfático con el fin de mejorar la circulación en todo el cuerpo. Trabaja sobre todo sobre el sistema de retorno, tanto venoso como linfático.
Cuando hacemos tratamientos reductores o anticelulíticos, toda esa grasa que vamos movilizando, deshaciendo o licuando, la presoterapia nos ayuda a eliminarla con mayor facilidad y rapidez, ya que estimula los canales encargados de eliminar las toxinas y deshechos del cuerpo.
Cuando tenemos mala circulación, piernas cansadas, inflamadas, pasamos muchas horas de pie, o sentados… nos proporciona un descanso profundo y nos aporta una sensación muy grande de ligereza.
¿Cuándo NO se recomienda?
- En presencia de cualquier dolor o entumecimiento
- Arteriosclerosis grave u otras enfermedades vasculares isquémicas.
- Insuficiencia cardiaca o alteraciones circulatorias arteriales.
- Tromboflebitis o edema pulmonar.
- Conocimiento (o sospecha) de trombosis venosa profunda.
- Injerto de piel reciente o en heridas abiertas o infectadas.
- Gangrena, dermatitis o erisipelas.
- Cáncer en fase activa.
